Carta Blanca a Alfredo Sanzol
Con Anabell Sotelo Ramires y Oleksandr Borovenskiy
30 ENERO 2023 a las 18:00
Cuando tenía 19 años, en una clase de interpretación, la profesora preguntó: “¿Es necesario el teatro?”. En filosofía del instituto había aprendido que necesario es aquello que no puede ser de otra manera. ¿Podría no existir el teatro? Esa era la pregunta, y la propia pregunta ya abría la posibilidad a una respuesta afirmativa. Yo pensé: “No, por favor, ahora no. Ahora sobre todo necesito teatro. ¿Por qué pregunta eso ahora? He descubierto el teatro hace dos años y ya está diciendo que a lo mejor no hace falta, joder, joder, joder, a mí me ha salvado la vida, como lo quiten me muero. Toda la vida sin disfrutar de esto, y ahora que empiezo preguntan si podría no existir. ¿Por qué?”
Durante mi vida profesional me han preguntado por qué es necesario el teatro, sin exagerar, un millón de veces, pero nunca nadie me ha preguntado si es necesario imaginar, como si fuesen cosas diferentes. Si la imaginación la produce el cuerpo, y el teatro es el cuerpo imaginando, y si nadie cuestiona la necesidad de imaginar, ¿por qué se cuestiona la necesidad del teatro? Y sobre todo, ¿por qué se cuestiona la necesidad del teatro en los momentos de crisis cuando es más necesaria que nunca la imaginación? ¿Qué tipo de ideas y pensamientos cimientan las dudas a cerca de la necesidad de la existencia del teatro?
Modera: Alfredo Sanzol
Participantes:
Autor y director de teatro, licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la RESAD, su obra se caracteriza por el uso del sentido del humor, la búsqueda de un estilo formal propio con el que plantear los problemas de su biografía personal y social y el compromiso con la investigación de nuevas estructuras dramáticas. Con un conocimiento profundo del oficio teatral, a lo largo de su carrera ha alternado la dirección de sus propios textos con la adaptación de obras de repertorio.
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La dirección del Centro Dramático Nacional, a partir de enero de 2020, inicia una nueva fase en una trayectoria, que comenzó hace más de veinte años con Como los griegos (1999), de Steven Berkoff. Gran número de sus trabajos se han estrenado en centros de producción del INAEM como el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, o el Teatro de la Zarzuela. Entre sus puestas en escena destacan aquellas de las que es autor y director, como Risas y Destrucción (2007), Sí, pero no lo soy (2008), Delicadas (2010) Días estupendos (2010), En la luna (2011), Aventura! (2012), La calma mágica (2014), La valentía (2018); y otros títulos que ha adaptado y dirigido: La cabeza del Bautista (2009), Esperando a Godot (2013), Luces de bohemia (2018), La dama boba (2017) o El barberillo de Lavapiés (2019).
Como director del Centro Dramático Nacional ha estrenado Macbeth (2020), El bar que se tragó a todos los españoles (2021) y El Golem (2022).
Sanzol ganó en 2016 el Premio Nacional de Literatura Dramática por su obra La respiración y el XII Premio Valle-Inclán de Teatro en 2017 por La ternura. Ha sido distinguido con el Premio de Teatro de la Comunidad de Madrid y el Homenaje del Gobierno de Navarra por su carrera profesional, habiendo conseguido además ocho Premios Max de las Artes Escénicas: cinco como Mejor autor y tres como Mejor espectáculo.
© Bárbara Sánchez Palomero
Alex Borovenskiy es el fundador de ProEnglish Theatre de Kyiv, ProEnglish Drama School, Ukraine Fringe y la asociación «World of English-Speaking Theatres».
Director de teatro y coach de actuación. Dirige obras para ProEnglish Theatre y los teatros nacionales de Ucrania.
© Arten Galkin
Anabell Ramires es la CEO de ProEnglish Drama School en Kyiv, actriz, directora y coach de actuación. Anabell actúa y dirige obras en ProEnglish Theatre.
Su actividad está particularmente centrada en la puesta en escena de lecturas de obras contemporáneas ucranianas. Anabell también es cofundadora de la editorial Compás que tiene como objetivo traducir importantes textos de América Latina al ucraniano y textos ucranianos al español.
© Vitaliy Protsiuk