Sinopsis
400 días sin luz es la historia y el mapa de un barrio. También es el relato de Wafa y de su familia que viven en ese lugar rodeadas de muchas familias más. Esta historia será un mapa de todas las personas que viven y han vivido en La Cañada, porque este lugar contiene años de sueños, de huertas y de pájaros. Un barrio es un territorio para vivir, para plantar un cerezo que dé frutos y aliento, un lugar para tejer intimidades puerta a puerta, estación tras estación.
Un día se quedan sin uno de los derechos fundamentales para llevar una vida digna: la luz. A partir de ese momento dejarán de vivir y comenzará una lucha por sobrevivir. Esa lucha no será nueva, llevan años demostrando quienes son. Llevan años tejiendo hogar, sueño y tierra prometida con la amenaza de perderlo todo. Wafa es una adolescente que sueña con estudiar medicina, no ha pedido nacer en ese sitio y lucha por continuar con su vida a pesar de todas las dificultades. En Cañada saben que cuando hay que luchar por defender la esperanza, la promesa y la dignidad, se pierde tiempo de vida. ¿Cómo hacer para vivir y defender la vida sin perderla? ¿Cómo defender ese lugar que llamamos refugio? ¿Cómo conseguir que tus hijos no pierdan el calor, la alegría y la ternura? Tenemos que seguir. Hay que defender la vida y el cerezo en el patio. ¿Cómo lo hacemos sin luz?
Nota de la directora
Barrio: “Parte de una población que contiene un agrupamiento social espontáneo y que tiene un carácter peculiar, físico, social, económico o étnico por el que se identifica”
Llegué por primera vez a este barrio en enero de 2021. Acabábamos de salir de una nevada histórica y el equipo que me acompañaba entonces formaba parte de un proyecto que se llamó Dramawalker Cañada Real. Aquel día lo único que hicimos fue caminar y recuerdo que la sensación compartida fue la de volver al pueblo de la infancia, a la casa de los abuelos, al hogar. Entonces no sabía que estábamos iniciando un camino de ida (invitar al público a recorrer Cañada para escuchar ficciones sonoras) que se completaría casi dos años después con el viaje de vuelta, invitar al vecindario a subir a un escenario para contar su propia historia. Tampoco sabía, ni podía imaginar, que dos años más tarde el barrio seguiría sumida en la misma situación: vivir sin electricidad.
Cañada Real, que surgió en los años 50 a lo largo de 14 kilómetros de una antigua vía pecuaria, está calificada como “el mayor asentamiento ilegal de Europa” pero en ella conviven familias de tres generaciones ya: cerca de 8.000 personas de 17 nacionalidades, con 2.800 menores de edad. Tras décadas de batalla legal (y un recorrido inabarcable de protestas, informes, cortes de agua o un pacto regional), su vecindario dividido en seis sectores ha aprendido a organizarse, defender sus derechos y reivindicar su identidad. ¿Qué es un barrio? ¿Qué reglas definen su mapa geográfico y vital? ¿Cómo lograr que permanezca?
Esta ficción es la suma de muchos rostros anónimos que componen una realidad tan demoledora como cotidiana. Una historia coral contada por diez intérpretes de distintas edades, procedencias y culturas que dan voz y cuerpo a más de una veintena de personajes. Ésta es la historia de un barrio que sobrevive a pesar de las grietas, que defiende un futuro posible y que lucha por mantener su dignidad, como tantos otros barrios de cualquier otra gran ciudad.
Raquel Alarcón
Nota de la autora
La primera vez que entré en La Cañada me encontré con el sonido de mis pasos. Los pájaros volaban en eterno diálogo. “No pian por piar”, me dijo una señora gitana que vive en una de las casas de arriba. Había que caminar para hacer el mapa, para entender el territorio con los pies y no con la cabeza.
Aquí todo es mezcla, confío en la mezcla y en su riqueza para continuar contando. ¿Con qué ojos miramos al otro para contar su historia? ¿Qué frustraciones compartimos? ¿Qué miedos nos atraviesan?
Decía uno de ellos “Aquí no íbamos solos chocándonos por conseguir cada uno lo suyo. Aquí vamos juntos de la mano entonces y ahora. El día que eso termine, terminará nuestro barrio” Las piedras de esta tierra hablan y tienen memoria.
Este sitio me recuerda a mi barrio. Mi barrio se levantó a pulso desde la tierra. Mi barrio lo levantó la gente que quería construir su hogar. Vivir, amar, trabajar, pertenecer. La vida es lo que pasa todos los días. Los días malos también nos pasa la vida. En Cañada la falta de luz se ha convertido en un faro. Las personas de aquí no se quieren sentir ni víctimas ni marginadas, pero por desgracia todo apunta a ese lugar. ¿Qué haría yo? ¿pondría el cuerpo para luchar y defender mi vida y la de mis hijos o saldría corriendo en dirección contraria? ¿Y si no se puede salir corriendo?
400 días sin luz cuenta la vida de las personas que luchan por tener un futuro mejor. Es el cruce de caminos donde se juntan todas las vidas. Si tocan a Cañada nos tocan a todas, si ellos pierden, perdemos todas.
A día de hoy llevan 731 días sin luz. Siempre pensé que cuando estrenáramos esta obra íbamos a hacer solo memoria de esos días, y no un amargo goteo de este día a día. Hoy que vecinas reales se mezclan con los actores y actrices en el escenario, la luz sigue sin llegar a la mesa de la cocina de sus casas, al flexo donde estudian sus hijos y a la máquina de oxígeno de los abuelos, pero algo hemos conseguido: que sus voces estén en el teatro cada tarde haciéndonos preguntas.
Vanessa Espín