Madrid, 9 de enero. La Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán acoge el 11 de enero el estreno en España de Sovrimpressioni, del reconocido dúo de creadores italianos Daria Deflorian y Antonio Tagliarini, producida por A.D. y Santarcangelo Festival, y que ha contado con el apoyo de Carrozzerie y n.o.t Roma y de Ostudio Roma. Este espectáculo, que se desarrolla en italiano con sobretítulos en castellano, está vinculado a un proyecto compuesto de tres piezas e inspirado libremente en la película de Federico Fellini Ginger y Fred (1986), firmado por el tándem Deflorian-Tagliarini.
Así, además del título que llega ahora al #Dramático, ambos estrenaron en el otoño de 2021 Avremo ancora l’occasione di ballare insieme (Todavía tendremos la oportunidad de bailar juntos), y, en septiembre de 2022, la película Siamo qui per provare (Estamos aquí para probar), que documenta el proceso de creación de Sovrimpressioni, bajo la dirección de Greta de Lazzaris y Jacopo Quadri. Se proyectará el 12 de enero en la Sala El Mirlo Blanco (Teatro Valle-Inclán) en el marco del ciclo Cinedrama tras su paso por la Bienal de Venecia.
Éxitos, fracasos y miedo a envejecer
Sovrimpressioni toma su título de un poemario de Andrea Zanzotto para hablar de la necesidad de superponer artificio y naturaleza, lengua materna y neologismos, la relación con las cosas y los destellos de pensamiento. Con este objetivo, el texto de Deflorian y Tagliarini teje lazos entre la biografía y la ficción a través de dos personajes, Daria y Antonio (interpretados por los propios autores), que, después de años trabajando por separado, regresan a los escenarios para encarnar de nuevo a la pareja que los catapultó a la fama. Lo hacen a la manera de Pippo y Amelia, el dúo de artistas que, en la película de Fellini, imitaban a Ginger Rogers y Fred Astaire, sin lograr nunca el éxito, y que, años después, vuelven a actuar en público en un programa de televisión repleto de banalidad y vulgaridad. En el caso de Daria y Antonio, han cosechado el triunfo a su manera, y la prolongada cercanía ha difuminado algunos límites entre los dos y, a la vez, la larga convivencia sobre las tablas les ha hecho menos amigos y más ávidos en su necesidad de destacar