Cañada Real Galiana surge en los años 70 a partir de una antigua vía pecuaria que conectaba La Rioja con Ciudad Real a su paso por Madrid. El asentamiento, que comenzó con un centenar de familias españolas, se extiende hoy a lo largo de 15 kilómetros, se divide en 6 sectores y cuenta con más de 8.000 habitantes de distintas procedencias. Dramawalker Cañada Real pretende acercar la historia de esta rica y compleja realidad a través de los testimonios de sus propios vecinos, mediante un proceso participativo entre el tejido asociativo de la zona y un equipo de dramaturgas y dramaturgos del #Dramático.
Las historias resultantes de este viaje por la memoria viva y multicultural de la Cañada Real se ubicarán en un mapa virtual a lo largo de los sectores 4 y 5 para que las y los oyentes puedan escucharlas caminando por la única calle que lo atraviesa, física o virtualmente, y descubrir así el relato no oficial de una zona situada a 20 minutos del centro de Madrid que sin embargo para muchas personas sigue siendo una gran desconocida.
Las historias que componen Dramawalker Cañada Real son:
- Esfuerzo faraónico, de Jorge Aznar Canet.
Con Elena González, Abdelatif Hwidar, Camila Viyuela y Pepe Viyuela.
- Germán, de Alberto Conejero.
Con Alberto Conejero y Germán Cuesta Hernández.
- Las Liebres, de Roberto Martín Maiztegui.
Con Hajar Brown, Francesco Carril y Somaya Taoufiki.
- Yo soy gitana, de Cristina Rojas.
Con Mamen Camacho, Rahma Hitach, Cristina Rojas y Carolina Yuste.
- Hoja de ruta, Escombro, Dispersos, Brilla para todos y Mi madre después de una revolución, de María Velasco.
Con Malena Alterio, Saida Santana y Somaya Taoufiki.
La recopilación de historias se ha realizado gracias a la colaboración con el tejido asociativo y vecinal de Cañada Real, como la asociación AMAL Mujeres Árabes Luchadoras; la Fundación Secretariado Gitano; la ong en defensa de los derechos humanos Accem, las Asociaciones de Vecinos de los sectores 4 y 5; el colectivo de artistas Todo por la Praxis (TXP); Ciudad Educativa Municipal Fuhem Hipatia; la Federación Red Artemisa y las asociaciones El Fanal y Barró y especialmente con las vecinas y vecinos de Cañada Real.