Conferencia de Gabriela Carrizo
Entrada libre hasta completar aforo
El trabajo de Peeping Tom parte generalmente de un espacio hiperrealista. Primero, la visualización de la imagen de un lugar y su atmósfera nos proporciona el contexto y universo donde transcurrirán los acontecimientos.
En éste universo cada elemento contiene una presencia activa. Así también los objetos, que entran en relación o fricción con los personajes. No solo son parte de la escenografía, sino también elementos que se materializan, se revelan, se transforman y se humanizan; haciéndolos salir de la experiencia corriente a los que han sido destinados. Son pues generadores de movimiento, acción y dramaturgia en la creación. Así la materialidad se pone al servicio de lo invisible.
Gabriela Carrizo
Ha sido la directora artística de Peeping Tom, junto a Franck Cartier, desde que cofundaron la compañía en el año 2000.
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Tenía 10 años cuando comenzó a bailar en una escuela multidisciplinar, que ese momento, solo tenía un grupo de danza contemporánea para niños y adolescentes. Bajo la dirección de Norma Raimondi, se convirtió en la Universidad de Ballet de Córdoba, donde Gabriela bailó unos cuantos años, y donde creó sus primeras coreografías.
Se mudó a Europa con 19 años, a lo largo de los años ha trabajó con Caroline Marcadé, Les Ballets C de la B (La Tristeza Cómplice, 1997 y Lets op Bach, 1998), Koen Augustijnen (Portrait interieur, 1994) and Neescompany (Images of Affection, 2001). Nunca ha dejado de trabajar en sus propias coreografías, E tutto sará d’ombra e di caline y Bartime, una colaboración con Einat Tuchman y Lisi Estaras. Además ha creado la coreografía para la opera Wolf (2002) para Les Ballets C de la B.
Tiene un papel principal en la película Kids (2012), y en 2013 hizo una pequeña obra, The missing door (2013), para la Nederlands Dans Theater en La Haya. En 2015 creó The Land, una colaboración con la Munich Residenztheater. Más recientemente, ha trabajado con Franck Chartier en 31 Rue Vanderbranden (2018) una adaptación con Le Ballet de l’Opéra de Lyon de una obra original de Peeping Tom. La obra inauguró la Biennale de la Danse de Lyon en 2018. En 2022 ha dirigido La Ruta su segunda obra corta para Nederlands Dans Theater