La Presidenta Chivite ha entregado el Premio Príncipe de Viana al dramaturgo en el acto llevado a cabo en el monasterio cisterciense de Fitero
Pamplona 29 de junio. El Gobierno de Navarra ha entregado este sábado el Premio Príncipe de Viana de la Cultura al escritor y director teatral Alfredo Sanzol, en un acto celebrado en el monasterio cisterciense de la localidad de Fitero. La Presidenta de Navarra, María Chivite Navascués, ha destacado la capacidad del dramaturgo para “sacar a la superficie” la verdad que cuenta el teatro, y ha añadido que Sanzol se ha ganado por derecho propio “el acceso al trono de la dramaturgia española”.
La Presidenta ha reivindicado también durante su discurso el papel del conocimiento, la cultura, el talento y la creación como “elementos nucleares de nuestro modelo de sociedad y desarrollo”, y ha destacado su poder para contrarrestar una “ola populista que, precisamente, basa su razón de ser en la simplifación del mensaje, en una política infantil que propone soluciones de bloque, sencillas y sin matices”.
El papel vital de la cultura
Con carácter previo a la entrega del premio, la crítica teatral del Diario de Navarra, Ana Artajo, ha compartido un laudatio al ganador, en el que ha destacado de él su incansable trabajo, su talento, su humor, su visión del mundo, su entrega, su escucha al otro y su impudicia para “evidenciar a golpe de carcajada nuestras vergüenzas compartidas”.
Así, Artajo ha señalado que, más allá de los éxitos y títulos conseguidos por el dramaturgo, Sanzol merece el reconocimiento del Premio Príncipe de Viana por “la infinidad de gestos minúsculos que pueblan su quehacer laboral y cotidiano para que la cultura llegue a los rincones donde más urge su presencia”. Así, ha repasado su labor al frente del Centro Dramático Nacional, en el que, en sus propias palabras, ha creado un “espacio acogedor para la creación, un lugar polifacético, abierto, integrador de la diversidad, feminista y capacitante, que se abre al mundo para comprenderlo y permite que este quepa en su totalidad dentro de un escenario. Un centro para convivir, para la inclusión y la empatía”.
Intervención de Alfredo Sanzol
Durante la entrega, Sanzol ha reflexionado sobre el “lugar del que nace la creatividad”, afirmando que sería un espacio que “podría tener una gran concentración de masa: una mezcla de todo aquello con lo que nacemos, más lo que aprendemos por imitación, más lo que conocemos por práctica y experiencia. Una masa de una densidad tan alta que pudiera parecerse a la nada”.
Además, el premiado ha realizado una mirada a su desarrollo en el ámbito artístico y del teatro. Así, ha afirmado que “nunca ha tenido sensación de haber llegado profesionalmente a ningún sitio”, porque desde que comenzó a escribir y luego a dirigir sintió “la plenitud del sentido”. “Lo que hacía tenía sentido pleno porque lo hacía, y acabar un proyecto solo llevaba al mismo lugar, a un nuevo inicio”, ha añadido.
Sanzol ha finalizado su discurso agradeciendo todo el apoyo profesional y el reconocimiento que ha tenido en Navarra. “Este premio me hace muy feliz”, ha destacado, “y me da fuerzas para seguir volviendo a ese lugar parecido a la nada que está lleno de todo”.
Alfredo Sanzol, director teatral y dramaturgo navarro, es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Ha escrito y dirigido varias obras, como ‘Días estupendos’, ‘Sí, pero no lo soy’ o ‘La calma mágica’, y también se ha encargado de dirigir y adaptar a autores clásicos como Sófocles, Oscar Wilde, Valle-Inclán, Lope de Vega o Shakespeare. Actualmente, Sanzol es director del Centro Dramático Nacional, organismo autónomo del Ministerio de Cultura.
Además, el escritor y director teatral ha sido ganado con un amplio abanico de distinciones, entre las que se encuentran varios Max de las Artes Escénicas, el galardón Valle-Inclán de Teatro o el Premio Nacional de Literatura, concedido por el Ministerio de Cultura.