Texto escrito en el marco del programa de Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional durante la temporada 2020-2021
Este espectáculo se estrenó la temporada pasada y se exhibió del 14 de octubre al 13 de noviembre de 2022
Sinopsis
Que usted no sienta pasión por los trenes, que no le interesen en absoluto, que los aborrezca o incluso que le repugnen, no significa que no necesite saber su historia.
Nos gusten o no nos gusten forman parte del paisaje en el que vivimos. Y su presencia en este paisaje, igual que la de las iglesias y los pantanos, igual que los inmensos campos de colza o las urbanizaciones semidesiertas, no tiene una naturaleza arbitraria.
Por eso esta noche intentaremos hacer un ejercicio de memoria, con la esperanza de hacer al mismo tiempo un ejercicio de justicia.
Nota del autor
Breve historia del ferrocarril español es una mirada al origen del capitalismo en España y a su estrecha relación con la familia real. Es una mirada burlona y, por supuesto, política pero, por encima de todo, es una mirada fascinada, incrédula e incluso escandalizada. Casi dos siglos separan el primer viaje del ferrocarril Madrid-Aranjuez y la inauguración del AVE a La Meca; casi doscientos años en los que todo ha cambiado y al mismo tiempo todo sigue como estaba.
Joan Yago
Nota de la directora
Para adentrarse en la historia de España hay que tener algo de aventurera, de espeleóloga. Es como adentrarse en una gran montaña. Una montaña que, a lo lejos, vista desde el asiento de un tren, con la cabeza apoyada en la ventanilla y la música sonando en tus cascos, te parece amistosa y accesible; pero que, de cerca, cuando te pierdes entre sus macizos y cañones, revela su verdadera naturaleza; furiosa, temible y, a la vez, liberadora.
Breve historia del ferrocarril español es el viaje a través de esa montaña. Un viaje valiente y desenfadado al siglo XIX donde, recién inaugurado el capitalismo en España y con Isabel II como reina, nos acerca a la estrecha relación que ha existido entre quienes regentan las estancias del poder y los provechosos beneficios del ‘desarrollo’.
Y ante este panorama de negocietes, corruptelas y fiestas interminables, que son una verdadera tradición en este país, me pregunto: ¿cuántos escándalos son necesarios para que ya ninguno nos haga sacar los dientes? ¿Existe aún la posibilidad de escandalizarnos?
La filósofa Anne Dufourmantelle dice que el escándalo sobreviene desgarrándonos por entero y derribando cualquier referencia o punto de apoyo. Me gusta la idea de que el escándalo pueda desgarrarnos, porque es ahí, en ese desbarajuste que provoca, donde aparece la posibilidad de que algo nuevo acontezca. Ojalá sea entonces, la puesta en escena de esta obra, un elogio del escándalo.
Beatriz Jaén