1936, una visión poliédrica y coral de la Guerra Civil española, se estrena bajo la dirección de Andrés Lima - Centro Dramático Nacional

1936, una visión poliédrica y coral de la Guerra Civil española, se estrena bajo la dirección de Andrés Lima

El montaje es una coproducción entre el Centro Dramático Nacional, Check In Producciones y El Terrat  

Este espectáculo ofrece una mirada omnisciente y alejada de cualquier carácter partidista o propagandístico, a partir de un proceso de investigación llevado a cabo por el mismo equipo responsable de la serie Shock 1 (El Cóndor y el Puma) y Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)

Madrid, 27 de noviembre de 2024. El director y autor teatral Andrés Lima estrena este 29 de noviembre el montaje 1936 en la Sala Grande del Teatro Valle-Inclán, una visión poliédrica y coral de la Guerra Civil española que estará en la cartelera madrileña hasta el 26 de enero de 2025.

Este espectáculo ofrece una mirada omnisciente y alejada de cualquier carácter partidista o propagandístico, a partir de un proceso de investigación llevado a cabo por el mismo equipo responsable de la serie Shock 1 (El Cóndor y el Puma) y Shock 2 (La Tormenta y la Guerra). 1936 es una coproducción entre el Centro Dramático Nacional, Check In Producciones y El Terrat.

“Pienso que no ha habido una transmisión correcta de lo que había sido la Guerra Civil para nosotros. Por razones políticas heredadas de la Transición, ha existido un interés de parte muy numerosa de la sociedad para mantener una percepción falseada de nuestra historia. Ahora sabemos que la historia no es como nos la han contado… Con este espectáculo, nuestra intención es ofrecer una visión contemporánea de la Guerra Civil española, contar la historia como últimamente sabemos que fue y no como se ha contado. Los historiadores sí que han venido ofreciendo recientemente un concepto más contemporáneo de nuestra Guerra Civil. Lo que ocurre es que, desgraciadamente, aún no ha trascendido a la sociedad civil”, explica el director Andrés Lima.

El montaje cuenta con el equipo artístico y técnico habitual con los que trabaja en sus montajes Andrés Lima. Para empezar, el proceso de investigación ha derivado en un texto firmado por cuatro dramaturgos: Albert Boronat, Juan Cavestany, Juan Mayorga, y el propio Lima. Un reparto muy coral, integrado por Antonio Durán “Morris”, Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa, a los que se han unido en esta ocasión la actriz Blanca Portillo y el Coro de Jóvenes de Madrid.

En el resto del equipo destacan los colaboradores habituales, como Beatriz San Juan en la escenografía y vestuario; Pedro Yagüe en la iluminación, Miguel Ángel Raió en la vídeo creación, Jaume Manresa en la composición musical, Kike Mingo en el espacio sonoro, Cécile Kretschmar en la caracterización, Llorenç Ramis Garcia como documentista, Laura Ortega como ayudante de dirección y Joseba Gil, al frente de la producción.

Los proyectos artísticos de Andrés Lima y Joseba Gil suelen tener un denominador común. Son fruto del compromiso artístico, de la investigación y del riesgo. Poseen un discurso poco común y diferenciador. Surgen de complejos procesos de creación colectiva e investigación de más de un año promovidos por un amplio equipo artístico y técnico, integrado por dramaturgos, intérpretes, diseñadores de iluminación, vestuario, escenografía, música, sonido, videocreadores, quienes llevan un año haciendo talleres, investigando con historiadores y con testimonios reales.

En palabras del director, “podemos decir que 1936 es un montaje que tiende al infinito… Seguimos preguntándonos quiénes fueron los buenos y quiénes fueron los malos. De esa forma, 1936 nos trasladará por un continuo vaivén de escenarios y de situaciones que nos ayudarán a entender la complejidad de una realidad desde distintos enfoques y perspectivas. El equipo se ha afanado en investigar lo que ocurrió en España en un momento histórico de excepcional transcendencia, que propició el nacimiento de los fascismos, viajando más allá de 1936, hasta la proclamación de la República en abril de 1931. El equipo ha transitado por unos acontecimientos históricos plenos de conspiraciones de la oligarquía, la aristocracia o la monarquía. Pero también de luchas y desencuentros en el bando republicano”.

Y se ha prestado igualmente una atención especial al complicado contexto internacional que tanta influencia tuvo en el desarrollo de la guerra. “Que Franco ganara no fue casualidad. Sin la participación de Alemania e Italia, y sin el pacto aliado de no intervención seguramente la historia habría sido diferente”, comenta Lima.

El director del montaje ha trabajado con un nutrido grupo de especialistas en la Guerra Civil y en la historia reciente de España, como Ángel Viñas, Mirta Díaz-Balart, José Andrés Rojo, Miguel Garau, Julián Casanova, Emilio Silva o Tania Balló, entre otros.

Si queremos construir una historia real no podemos ofrecer una imagen fija o estática de las vicisitudes de la época. 1936 ofrece una perspectiva vital y necesaria para recordar de dónde venimos. “Hemos pasado varios meses a la búsqueda de datos y apuntes, y después de un laborioso y tenaz trabajo de investigación y rastreo en archivos, bibliotecas y hemerotecas, sabemos que la historia no es cómo nos la han contado. No encontraremos la menor tentación de reescribir la historia. En 1936 conviven una gran superposición de capas al servicio de la narración, una mezcla de realidad y ficción alejada de artificios”, comenta Lima.

El autor y director explica que 1936 es el proyecto teatral que representará nuestra Guerra Civil: “Si entendemos el “shock” como el golpe violento sobre una sociedad que da lugar a implementar un régimen económico, político y social, España en el 36 es el inicio de un gran shock que durará 40 años y que todavía tiene una influencia decisiva en todos los estamentos y clases de la sociedad española”.

La mirada teatral de este montaje no se basa en la dicotomía de los vencedores y los vencidos, de los amigos y enemigos:Nuestra mirada es analítica, crítica y documental. Nuestra responsabilidad es la de reencarnar una guerra. Y una guerra no sólo es un fracaso como sociedad, sino un enorme desgarro emocional. Una guerra civil, entre hermanos, es posiblemente la peor de las guerras. El teatro puede reflejar esa emoción. Quiero que el espectador reflexione, que nuestros adolescentes y jóvenes comprendan, y que todos podamos ponernos en el lugar del otro. ¿Qué se siente bajo un bombardeo, refugiado en una estación del metro, junto con tus vecinos, que posiblemente te denunciarán por tus ideas? ¿Qué se siente huyendo por una carretera de Málaga mientras la armada alemana y los aviones italianos exterminan a lisiados, ancianos y niños? ¿Qué se siente tomando la decisión de arrasar Guernica?”.

Según explica Andrés Lima, “es demasiado grande el conflicto, sus ramificaciones, causas y consecuencias. Pero vamos a intentar hacer teatro. Pretendemos intentar pintar un paisaje lo suficientemente elocuente que sirva para recordar e imaginar, para hacernos preguntas que nos lleven a comprender mejor, a intentar saber dónde están las heridas e intentar que no vuelvan a hacernos sangrar. Porque sangre hubo y mucha”.

La Guerra Civil dio lugar a un régimen franquista sostenido por la iglesia, el ejército, la aristocracia y una gran masa social: Es el pueblo el que me hace cuestionarme más. ¿Cómo y por qué apoya un régimen basado en la represión? Siendo humano, cómo no se es humanista. ¿Y hoy? Antes la ultraderecha se imponía por golpes de estado, pero hoy son votados en las urnas. ¿Por qué?”, reflexiona el director del montaje.