“Telar” presenta una cubierta compuesta de láminas flotantes a base de material textil que juega con la luz y el volumen y un mobiliario movible que permite crear diferentes espacios. Esta instalación, que “busca modificar el espacio del vestíbulo, transformando su escala”, según Luis Santalla, socio del estudio de arquitectura ganador, parte de “una idea rotunda, un volumen claro, formado por elementos que recuerdan el entramado de la tramoya del teatro”.
“El espacio del vestíbulo acerca el teatro a la plaza convirtiendo el vestíbulo en el nuevo escenario y la plaza en el nuevo patio de butacas. La reacción que se busca es provocar la sorpresa de los visitantes, tanto de los que ya conocían el teatro como los que entran por primera vez”, explica Santalla.
Una instalación liviana y rotunda al mismo tiempo
El Jurado del concurso, compuesto por representantes del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), el #Dramático, el COAM, la AAPEE y el estudio Paredes Pedrosa; destacó al emitir el fallo del proyecto ganador “su carácter poético y cercano al lenguaje escenográfico del teatro, así como la capacidad de transformar la percepción del espacio mediante un gesto liviano pero rotundo”.
“Destaca su capacidad para crear un sorprendente y acogedor espacio escénico, a través de las formas de los textiles que cuelgan del peine imaginario”, según señalan los arquitectos del Teatro Valle-Inclán, Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa, miembros del Jurado, quienes afirman que la propuesta se integra muy acertadamente en el vestíbulo que ellos diseñaron para este teatro, inaugurado en el año 2006, y por cuyo diseño recibieron el Premio de Arquitectura Española 2007.
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