Artículo de Michael Eickhoff de La Akademie für Theater und Digitalität [Academia de Teatro y Digitalidad]
En los últimos días del año 2019, los medios de comunicación públicos alemanes informaron por primera vez de un nuevo virus que habría causado enfermedades respiratorias en varias personas en Wuhan, China. Sólo dos meses y medio después – entretanto la OMS había declarado la enfermedad como pandemia – el telón rojo de los teatros bajó, y así permaneció casi seis meses. No sólo Alemania se confinó. La vida pública se detuvo al igual que todos los esfuerzos creativos del arte: no se permitieron ni las actuaciones ni los ensayos, ni para los coros ni para los solistas – sólo se permitió a los talleres técnicos y artísticos (en Dortmund) producir mascarillas en modo crisis.
Mientras tanto, durante el cierre de los teatros por la pandemia, una sección del Teatro de Dortmund estuvo especialmente activa: la Academia de Teatro y Digitalidad, un instituto de investigación artístico-técnica único en Europa. La Academia recibió numerosas consultas, no sólo de los teatros y festivales de habla alemana sino de toda Europa, sobre cómo hacer teatro en el espacio virtual, en vista del cierre, o cómo utilizar procedimientos digitales para el teatro en el espacio público de manera adaptada al coronavirus. La Academia cooperó con un gran número de iniciativas, festivales y teatros, y fue probablemente la única sección teatral de Europa con más trabajo que antes del comienzo de la pandemia de la Covid.
La Academia de Teatro y Digitalidad se creó a partir del impulso artístico y de contenido en torno al ex programador de teatro y director de escena Kay Voges (en Dortmund de 2010 a 2020). Voges, su compañía de actores y su equipo de gestión ya habían estado trabajando desde 2013 en el análisis crítico de nuestra modernidad (post)digital y habían presentado toda una serie de producciones teatrales que utilizaban tecnologías digitales: desde la programación en directo sobre el escenario (“Der Live-Code. Krieg und Frieden im globalen Dorf”, [“Código de la representación en vivo: guerra y paz en la aldea global”], 2013) hasta la captura de datos fisiológicos del cuerpo de los actores y actrices para el control de la luz y el sonido (“4.48 Psychose” [“4.48 Psicosis”], 2014), pasando por el uso de aplicaciones para la comunicación entre el público y los artistas (“Minority Report”, 2014). Desde el uso de streaming en directo en la producción de “Das goldene Zeitalter” [“La Edad de Oro”] (2013 y 2015) hasta la captura de impulsos musicales para dirigir la luz en el escenario y en el diseño de vestuario, así como para controlar la maquinaria escénica (“Einstein on the beach” [Einstein en la playa”], 2017). Desde la transmisión sin latencia de vídeo y sonido para una función representada simultáneamente en dos escenarios distintos a 500 kilómetros de distancia (“Die Parallelwelt” [“El Mundo Paralelo”], 2018) hasta producciones que son toda una experiencia de realidad virtual: en “The House” [“La Casa”] (mayo de 2020), los avatares de los espectadores y de los actores capturados en vivo se reunieron en una experiencia teatral virtual y exploraron el potencial de la plataforma de RV Mozilla Hubs. No todo fue un éxito, pero la curiosidad por experimentar con nuevas áreas temáticas, temas candentes y nuevas formas de narración se vio recompensada, así como el coraje de vincular al teatro algunas nuevas profesiones específicas (redactores, programadores, matemáticos, codificadores, etc.) y, por último, la voluntad de probar el potencial de las tecnologías digitales para un teatro del siglo XXI. De hecho, el periódico “Die Welt” describió el teatro Schauspiel Dortmund como el “principal laboratorio teatral en lengua alemana”. Mientras, la compañía residente ha tenido que enfrentarse una y otra vez a tres deficiencias: la falta de personal cualificado, la falta de hardware y la falta de tiempo en los ensayos cotidianos para explorar las posibilidades técnicas y el potencial artístico de las tecnologías digitales.
Esta triple deficiencia condujo a tomar conciencia de que era necesario fundar la Academia para Teatro y Digitalidad. Con el apoyo económico del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Ministerio de Cultura y Ciencia del Estado de Renania del Norte-Westfalia y la Fundación Federal de Cultura, y bajo la dirección del director de larga data Marcus Lobbes, ésta se constituyó en el Teatro de Dortmund a principios de 2019 como proyecto modelo para la innovación digital, la investigación artística y aplicada, y la formación y el perfeccionamiento orientados a la tecnología. Como sexto sector teatral, la Academia analiza las condiciones de la estructura de la actividad artística y técnica en los escenarios, significativamente marcada por la digitalización.
En un laboratorio de 800 metros cuadrados se explora con medios artísticos y técnicos en primer lugar cómo aplicar las tecnologías digitales a las artes escénicas de manera útil y sensible. En segundo lugar, el equipo de la Academia y los cambiantes becarios y becarias investigan cómo se transforman las artes escénicas mediante la tecnología de los sensores y actuadores, la robótica, la realidad virtual y aumentada, la inteligencia artificial y mucho más. Y en tercer lugar, se explora cómo las tecnologías digitales pueden ampliar las diversas áreas de trabajo, tanto en el escenario como delante y detrás de él. Concretamente, la Academia distingue tres áreas principales en su trabajo: la investigación técnico-artística con un explícito enfoque en su aplicación a las artes escénicas, el perfeccionamiento profesional de los empleados de los teatros municipales, estatales e independientes, y la formación en el marco de un (futuro) máster interdisciplinario que aunará arte y tecnología.
Para poder investigar, el Teatro incluso modificó sus estatutos: además de la formación cultural y artística, en lo sucesivo la investigación sería uno de sus objetivos declarados. Así, el Programa de Becas de la Academia garantiza la investigación artístico-técnica, del mismo modo que el Programa Interdisciplinario de Master lo hará a partir del semestre de invierno de 2022, cuya acreditación comenzará en otoño de 2020. El Programa de Becas, financiado por la Fundación Cultural Federal, presta apoyo a los becarios (internacionales) “interesados en la investigación de los contextos artísticos y técnicos de las narrativas digitales en los espacios teatrales y su aplicación práctica”. De entre las solicitudes presentadas, un jurado independiente seleccionará por semestre de investigación unos 10 proyectos que planteen la aplicación práctica y la transferibilidad de los resultados de la investigación a otras disciplinas e instituciones de las artes escénicas – y que, además, sean “innovadores”: ¿Qué proyectos combinan los procesos digitales existentes de captura del movimiento, realidad mixta, realidad virtual, realidad aumentada, robótica y actuadores, tecnología de sensores y diseño audiovisual, etc. de una manera completamente nueva o diferente? ¿Qué proyectos sitúan estas tecnologías en nuevos contextos de aplicación? ¿Qué procesos y aplicaciones digitales se pueden desarrollar desde cero en el contexto de un proyecto? Los becarios tienen cinco meses para desarrollar su proyecto entre la tecnología digital y las artes escénicas, libres de las presiones que supone el funcionamiento cotidiano de un teatro. La beca incluye dinero para alojamiento, viajes, mentores, un salario mensual y acceso al hardware y software de la Academia; además, los becarios estarán integrados en una red de expertos y mentores. En el mejor de los casos, trabajarán colectivamente y se complementarán en su trabajo de investigación.
El segundo eje de trabajo se centra en la formación profesional permanente, articulada en forma de seminarios, tutorías (en línea) y charlas de expertos, que la Academia ofrece en cooperación con dos socios: por una parte, con la Asociación de Empleadores de los Teatros (la Asociación Escénica Alemana) y, por otra, con la Sociedad Técnica Alemana de Teatro (DTHG), asociación que engloba a un gran número de pequeñas y grandes empresas que se encargan del equipamiento técnico de los teatros. Se organizan cursos de formación y seminarios mensuales o puntuales para familiarizar al personal técnico (maquinaria escénica, iluminación, sonido) y artístico (maquillaje, atrezo, vestuario) con los retos profesionales y artísticos derivados de la digitalización y las nuevas posibilidades que brinda.
La tercera área de trabajo, la educación universitaria en el marco de un programa de master sobre la digitalidad en las artes escénicas, requiere un largo proceso de acreditación. Está previsto que los primeros estudiantes sean admitidos en el semestre de invierno de 2022. Los cursos se llevarán a cabo, entre otras ubicaciones, en el nuevo edificio de la Academia en el Campus Digital, donde el Ayuntamiento de Dortmund está construyendo un edificio de investigación de 2.000 metros cuadrados nuevo para la Academia.
Así pues, la (futura) formación, el desarrollo profesional y la investigación artístico-técnica de la Academia constituyen uno de los mayores retos del teatro en general, en todo el mundo: es necesario dar forma al cambio fundamental que se está produciendo como resultado de la digitalización de todos los ámbitos de la vida: en términos de contenido y estructura, pero sobre todo a nivel técnico y artístico. Algunos teatros y salas de conciertos ya se han embarcado en lo digital – más allá de la mera transmisión (en vivo) de conciertos o producciones teatrales – y están sondeando las posibilidades del futuro digital. Si se suman las experiencias que ha realizado el sector de la danza en particular en los últimos 20 años y se extrapolan a los años venideros, se puede iluminar la realidad futura en la que tendrán lugar el teatro y los conciertos en los próximos cinco a diez años: los actores humanos y los creados artificialmente interactuarán entre sí virtualmente, y presumiblemente también de forma analógica, redefiniendo la relación de humanos y máquinas entre la libertad y la seguridad. Novedosos sistemas de rastreo de movimiento, soluciones de software más complejas y mayores capacidades informáticas hacen posible las producciones de XR en vivo para un público remoto internacional de varios miles de espectadores. Las interacciones conjuntas entre artistas y espectadores, físicamente en lugares diferentes, ya no son una promesa lejana, pues gracias a una multitud de canales de retroalimentación recientemente desarrollados, es posible hacerlas de bajo umbral. Para la proximidad íntima y el contacto referenciado entre actores y espectadores ya no existe una frontera espacial y social. Al contrario: los encuentros reales de personas desconocidas entre sí son posibles en el espacio virtual gracias a las nuevas herramientas digitales. Los teatros se están convirtiendo en una ocasión global para reunirse virtualmente – tanto si la pandemia sigue representando un papel como si no..
Estudió historia, sociología y literatura alemana en Bielefeld y París. Desde el año 2000 ha trabajado como director de producción, dramaturgo, comisario y conferencista para varios teatros (Teatro Bonn, Wiesbaden y Bielefeld) y universidades. De 2010 a 2020 formó parte del equipo de dirección artística del Schauspiel Dortmund bajo la dirección de Kay Voges como dramaturgo (jefe). Aquí ha acompañado a una gran cantidad de producciones, comisariado series de discursos, festivales y presentaciones de invitados internacionales, y co-creado el concepto de la Academia de Teatro y Digitalidad.
Está particularmente interesado en el teatro en el discurso con diversos actores sociales, el activismo político, el periodismo y una variedad de disciplinas relacionadas con el arte.
Desde el verano de 2020 forma parte de la Academy for Theatre and Digitality, un proyecto modelo de investigación artística en tecnologías digitales para las artes escénicas.